Alrededor del siglo III a. C., el texto del Tanaj se tradujo al griego para el uso de las comunidades judías que residían en las colonias griegas del Mediterráneo. La versión resultante, conocida como la Septuaginta, contiene importantes variaciones y adiciones con respecto al texto canónico de la versión hebrea; de acuerdo a la tradición crítica (ver infra), esto se debe a que la Septuaginta proviene de un canon textual distinto al que compilaron los masoretas para producir la versión hebrea. De acuerdo con la tradición rabínica, sin embargo, éstos son añadidos posteriores. La versión de la Septuaginta fue la utilizada por San Jerónimo para la redacción de la Vulgata latina, el texto canónico de la religión católica.
En las comunidades judías de Israel y Babilonia, el texto del Tanaj se tradujo al arameo, el idioma cotidiano de los israelitas, para propósitos de estudio y comentario. Las versiones arameas de la Torá se conocen como targumim; el más conocido es el targum de Ónkelos el prosélito, escrito en la comunidad de Babilonia, aún utilizado para el estudio y la solución de cuestiones de etimología. Existe también un targum jerosolimitano (targum Ierushalmi), compilado en Israel. Los targumim contienen numerosos comentarios y glosas además de la traducción del texto bíblico.
miércoles, 16 de julio de 2008
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